Posiblemente no haya manera de iniciar esta reseña sin obviar algún detalle. ¿Basta con saber que se remozó la plaza del bloque A de
Este grupo –integrado exclusivamente por mujeres- no sólo se encargó de sembrar más de 500 plantas, pintar bancas y crear una llamativa campaña, sino que consiguió el patrocinio de más de 17 entes y compañías del sector privado y público (entre ellas pesos pesados como Makro y Polar), reunir de su propio bolsillo casi 3 mil Bolívares Fuertes y además organizar un evento demostrativo que si bien estuvo marcado por el protocolo, no tuvo fisura alguna y logró mantener durante hora y tanto de duración cerca de 50 asistentes, en su mayoría estudiantes. Vaya, nadie espera que se le reconozca como el proyecto más ambicioso que se haya visto en nuestra universidad, pero sí uno con el mejor balance entre esfuerzo y resultado en lo que va de año.
La iniciativa de origen estudiantil no vino de la nada. Es parte de una cátedra y aunque una de las tantas finalidades era conseguir buena calificación, el elemento de “amor a nuestros espacios físicos” estuvo todo el tiempo presente, o por lo menos así quedó entendido con las distintas declaraciones de las involucradas.
El renovado espacio se llamará tentativamente Plaza Oscar Tapia (o simplemente Plaza Tapia) en honor al obrero que le ha dedicado buena parte de su vida al mantenimiento de la instalación universitaria y que de hecho, ayudó en todo este trabajo. El nombre aún no es oficial porque fue el grupo de LUZ verde quien hizo la selección y aunque la propuesta irá en breve al Consejo de Facultad, falta esperar la decisión de este organismo para que se haga efectivo el reconocimiento al trabajador de LUZ.
El evento
Es poco más de las diez de la mañana y ya hay un listón azul en la reja del bloque A cercano al Centro de Estudiantes de Comunicación Social. Varias personas se forman llamados quizás por la curiosidad o por la música proveniente de inmensas cornetas. Luego de una breve espera, nueve chicas vestidas con blusa verde limón y pantalón negro, desamarran la cinta acompañadas del señor Tapia y de una profesora del departamento de Publicidad y Relaciones Públicas que más tarde se identificaría, frente al micrófono ubicado en una pequeña tarima, como Arminda García.
Antes de sus palabras, varios estudiantes pasaban como por un embudo por la reja donde antes se localizada el listón y que ahora había par de chicas entregando distintivos alusivos a la campaña LUZ verde. El destino final de estos asistentes eran las sillas blancas de plástico ubicadas en el centro del renovado espacio y donde estaba, en primeras filas, tanto la dirigencia estudiantil como la administrativa de nuestra Escuela.
Luego de breves palabras de presentación por parte de la profesora Rita García, Arminda García inició su discursó agradeciendo la asistencia y explicando las circunstancias de la ardua labor. “El esfuerzo de recuperación de nuestras áreas verdes (…) debido a la realidad universitaria, es todo un reto”, señaló antes de ceder la palabra a una de las tantas caras visibles del grupo que hizo el proyecto posible: Estefanny Romero. Con un rígido discurso agradeció a los presentes por la asistencia además de a la infaltable lista de colaboradores en los que se incluye compañeros de estudio. “Es totalmente satisfactorio”, dijo la joven antes de culminar con una de las reflexiones más emblemáticas en su discurso: “seamos agentes de cambio y de mejoría, y de un mañana mejor”.
Al bajar del escenario se le entregó casi de inmediato una placa de reconocimiento a Oscar Tapia por su labor y servicio. Extrañamente éste no habló al público, aunque si tuvo la oportunidad de tomarse sendas fotos con las nueve chicas de verde. Acto seguido, Rita García regresa al micrófono y anuncia el primer entretenimiento de la mañana: Douglas Isea, personaje que demostró un insuperable manejo de su cuatro durante tres interpretaciones musicales.
Ya con el calor debilitando la tranquilidad de los asistentes, el pase lo toma un grupo de estudiantes de Comunicación Social, liderado por Gustavo Hernández, que a punta de voz y guitarra, pusieron a cantar a más de un@ con melodías de Juanes y Sin Bandera.
Luego de hora y tanto de haber iniciado, el evento culmina con la entrega de refrigerios a buena parte de los asistentes y con el reto a futuro de que el espacio se mantenga ante la indiferente mirada de sus usuarios.
Estos son los nombres del equipo LUZ verde (tuteladas por la profesora Arminda García)
Katherine Vilchez
Ubicación de la plaza
2 Comentario en esta entrada
Gracias por la reseña, David. Y felicitaciones y gracias también a todo el equipo de LUZ verde por su labor. Que no escampe...
Un excelente ejemplo de ciudadanía, lo que demuestra que más iniciativas de ésta índole sostenidas en el tiempo podrían cambiar mucho a nuestra universidad.....sigamos luchando desde cada espacio....¡¡¡FELICITACIONES A LUZ VERDE!!! Y a David, estudiante responsable del único medio de comunicación (no oficial) de la Escuela de Comunicación Social de LUZ
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