Por Alexis Márquez Rodríguez [1]
Revisa también:
Mayúsculas y minúsculas (primera parte)
Mayúsculas y minúsculas (segunda parte)
Se escriben con inicial mayúscula los nombres de los signos del Zodíaco, asimilándose a la condición de nombres propios: Aries, Capricornio, Taurus, etc. Igualmente las palabras empleadas como definición de dichos signos en lugar del nombre del signo: Balanza (por Libra), Carnero (por Aries), Gemelos (por Géminis), Virgen (por Virgo), etc. En cambio, cuando el signo del Zodíaco deja de ser nombre propio y se emplea como adjetivo, atribuido a una persona, entonces va con minúscula: "Yo soy aries"; "Mi padre es cáncer"; "Fulana es libra".
Los nombres de los puntos cardinales van con mayúscula inicial cuando se emplean en sí mismos, como referencia universal: "La brújula señala el Norte" (Se sobreentiende: "señala el polo Norte"), "En Invierno hace mucho frío", "En Primavera florecen las plantas". En cambio, cuando se les usa como meras referencias para señalar la dirección o ubicación geográfica correspondiente a los puntos cardinales, estos se escribirán con minúscula: "Navegamos hacia el sur"; "dicen que en el norte hay mucho trabajo"; "Paseamos por el este de la ciudad". También van con mayúscula inicial los nombres de festividades religiosas o civiles: Semana Santa, Corpus, Día de la Independencia, Día de los Trabadores", Día de los Inocentes, Carnaval.
Igualmente los nombres de las divinidades de cualquier religión: Dios, Júpiter, Alá, Jehová, Buda.
Sin embargo, van con minúscula cuado son meras referencias no consideradas en abstracto: "los dioses del Olimpo". Del mismo modo llevan mayúscula inicial los nombres de los libros sagrados de cualquier religión: la Biblia, el Corán, el Talmud, el Popol Vuh, el Libro de Chilam Balam.
Irán asimismo con mayúscula inicial los siguientes nombres: Los atributos o apelaciones referentes a Dios, la Virgen María o Jesucristo: el Todopoderoso, el Altísimo, el Gran Arquitecto del Universo, el Mesías, la Inmaculada, la Preciosísima, la Purísima.
Los nombres de las órdenes religiosas: la Cartuja, la Orden del Temple o de los Templarios, las Carmelitas Descalzas, la Compañía de Jesús, los Jesuitas.
Las marcas comerciales: Coca-cola, Fiat, un televisor Sonny, una nevera General Electric.
En todos estos casos cuando el nombre propio se use como común, en forma genérica y no en abstracto, se escribe con minúscula: "Ese viejo es un herodes", "Él se la echa de don juan", "Fulana estaba bella, como una venus".
Cosa parecida ocurrirá cuando se trate de designar un objeto por el lugar de su procedencia, o con el de su creador, fabricante, marca o persona que lo popularizó: "Me tomé dos oportos", "Usaba quevedos".
Lee el resto de esta nota y coméntala haciendo clic aquí
Lee el resto de esta nota y coméntala haciendo clic aquí
