[Elecciones 2009] Voto nulo consciente

Uno de los grandes problemas en todo proceso electoral es la abstención. En las pasadas elecciones para elegir a las autoridades rectorales (2008), de 55 mil estudiantes habilitados para ejercer el voto sólo 14 mil participaron en los comicios, lo que en teoría la abstención rondó en casi un 80% ^[1]. No me aventuro a decir el por qué de la falta de votos por parte de los estudiantes, pero si la opción fuese que el elector/estudiante tiene disconformidad con las candidaturas que se presentan, venga aquí un mecanismo que permite la participación: el voto nulo consciente.

Ni en el país ni en LUZ (irónicamente un centro donde converge la educación, los saberes y la investigación) está instaurada alguna cultura del voto nulo como forma de expresión válida para todo proceso de elecciones. ¿En que consistiría? Habría que rellenar el doble los óvalos de candidatos a los que se tengan que elegir (por ejemplo si es un presidente, se eligen dos). Esta es una de las maneras para que el voto quede nulo automáticamente, aunque no tiene gracia si no se dice que fue consciente. Es una práctica que se puede tildar de tonta y absurda, pero democráticamente demostraría que habría matices en un proceso sometido a polarización por parte del ente encargado de las elecciones.

Una muestra de la utilidad práctica de esta modalidad pudo ser en las pasadas elecciones universitarias con la actual decana de la Facultad de Humanidades y Educación, Doris Salas de Molina. Fue electa siendo la única candidata al cargo y aún así, la comisión electoral no la ratificó sino que para mostrar un evento “limpio y democrático” la incluyeron a ella sola en un tarjetón, con todo y óvalo al lado de su imagen ¿Para que se usó este recurso si el voto nulo no sirvió para rechazar su aspiración? Allí desmarcar el ovalo e introducir la papeleta en la máquina hubiese servido de “referendo consultivo” y un ahorro significativo en la utilización de ese papel que desde mucho antes se daba como perdido.

No sirve entonces no elegir el candidato y ya. A esa decisión tendría que seguirle una campaña de validación ante la Comisión Electoral Central (CEC) de LUZ para que, al menos, se valide en futuras elecciones o por qué no, luego de este proceso. Lo importante aquí es que no quede nadie sin hacer valer su opinión.